RENDICIÓN DE
ALEMANIA
El 4 de mayo de 1945, el mariscal británico Montgomery aceptó la rendición militar de todas
las fuerzas alemanas que aún resistían en el norte y oeste de Holanda, el extremo noroeste de
Alemania, comprendiendo a las guarniciones alemanas aún situadas en Dinamarca. Esta capitulación se
celebró en el cuartel general británico situado en Lineburg, un área entre las
ciudades de Hamburgo, Hanover y Bremen. Como el comandante operacional de
algunas de estas fuerzas era el almirante Dönitz, él mismo señaló a sus
subordinados de la zona que la guerra europea había terminado y no tenía
sentido resistir. Mientras tanto, fuerzas navales británicas se lanzaban a la
ocupación de Dinamarca con apoyo de la resistencia danesa, desarmando y
apresando a las fuerzas alemanas que encontraron, sin hallar resistencia
apreciable.
El 5 de mayo, Dönitz ordenó a todos
los submarinos de la Kriegsmarine cesar las operaciones ofensivas y
regresar a sus bases. El mismo día las fuerzas alemanas de Noruega se rendían en todo el país ante los
británicos y la resistencia local. Ese mismo día estallaba la sublevación de la resistencia checa en Praga que ataca a las tropas alemanas que aún
resisten en las regiones centrales de Bohemia, atrapadas entre las
tropas estadounidenses y el Ejército Rojo.
Al día siguiente, 6 de mayo, se rendía la guarnición alemana de Breslavia al mando del general Hermann Niehoff; dicha ciudad de Silesia se hallaba cercada por tropas
soviéticas desde mediados de febrero y las sucesivas ofensivas del Ejército
Rojo la habían alejado paulatinamente del territorio bajo control nazi.

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